Parece ser que los birmanos no tuvieron ningún reparo en construir un monasterio budista sobre un volcán que todavía está activo. Querían tocar el cielo, ir más allá de las nubes, y por eso escogieron el Monte Popa.
Foto de Brian Snelson
El monasterio se llama Taungkalat, y se encuentra a 1518 metros sobre el nivel del mar. El santuario es accesible, a pesar de tener que subir 777 escalones para llegar a lo más alto. Eso sí, el esfuerzo merece la pena, según dicen todos los que han logrado llegar hasta arriba es una de las panorámicas más bonitas del mundo. Debe ser espectacular contemplar un auténtico oasis en una zona árida revitalizada por la fertilidad de la ceniza volcánica.
Cada año numerosos peregrinos visitan el Monte Popa, especialmente entre noviembre y diciembre, a los que lentamente se suman turistas. Según la tradición, al visitar el santuario, es mejor vestirse de rojo o negro para no ofender a los nats (espíritus), y sobre todo para atraer la buena fortuna en los años venideros. El Monte Popa está situado en el centro de Birmania (Myanmar), a 50 kilómetros al sureste de Bagan.
Aquí un poco más de información sobre el Monte Popa, uno de esos lugares del mundo que hacen del mundo un lugar muy curioso.