Siempre es emocionante recibir noticias sobre los ganadores del Premio Natura. Hace pocos días recibimos la historia de una de las familias que ha participado en el proyecto de Street Child, ganador del Premio Natura XXVI. Hoy nos hace especial ilusión compartir con vosotros este relato.Street Child es una entidad que trabaja para asegurar que todos los niños y niñas estén seguros, en la escuela y aprendiendo. En especial, dan apoyo a aquellos que se encuentran en entornos con pocos recursos y condiciones de emergencia. El apoyo del Premio Natura ha permitido el acceso de 50 niños y niñas no escolarizados en 11 comunidades marginales del condado de Montserrado (Liberia). El proyecto ha consistido en subvencionar a las familias con el objetico de que éstas puedan emprender y hacer frente a los gastos derivados de la educación de sus hijos. Para que puedan tener unas mejores condiciones de vida.
La protagonista de la historia de hoy es María*. Es una mujer de 50 años que vive junto a sus tres hijas en la comunidad de Slipway, una de las comunidades más empobrecidas del condado de Montserrado. El padre de las niñas las abandonó, y antes de participar en el programa de Street Child, vivían solas pasando dificultades para cubrir sus necesidades más básicas. Por ello, María fue considerada como una de las personas que debía beneficiarse del proyecto de Street Child.
Tras participar en una formación en negocios, María se dio cuenta de la importancia de ofrecer un buen trato a sus clientes y mejoró su relación con las personas que decidían comprar sus productos. Al acabar la formación, la organización subvencionó a María con 100 dólares americanos para que pudiese mejorar algunos aspectos de su negocio. A raíz de recibir las nociones sobre negocios y la ayuda económica, la vida de María ha dado un giro radical. Ella siente que su negocio va mejorando cada día y que ha aprendido los conocimientos básicos sobre un negocio que le están permitiendo vender más productos y ganar más dinero. Sus hijas han podido ser escolarizadas en una escuela del condado gracias a los ahorros que María ha podido conseguir con su negocio.
Poco a poco, María va ganando nuevos clientes y gracias a eso sigue ahorrando cada semana una parte de sus ganancias. Esto le ha permitido alimentar mejor a sus niñas y mejorar la situación de su hogar.
"Mis hijas sólo pasaban horas jugando en la comunidad. Ahora, las tres van a la escuela y, sin darnos cuenta, nuestras vidas han cambiado por completo", relata María.
Puedes saber más sobre sus proyectos en la página web de Street Child España o en sus redes sociales.
La protagonista de la historia de hoy es María*. Es una mujer de 50 años que vive junto a sus tres hijas en la comunidad de Slipway, una de las comunidades más empobrecidas del condado de Montserrado. El padre de las niñas las abandonó, y antes de participar en el programa de Street Child, vivían solas pasando dificultades para cubrir sus necesidades más básicas. Por ello, María fue considerada como una de las personas que debía beneficiarse del proyecto de Street Child.
(*nombre cambiado por salvaguardia)
María regentaba un pequeño negocio de crédito por el cual recogía pertenencias que sus vecinos no querían y las vendía. Ella sólo se quedaba una pequeña parte del dinero que conseguía con las ventas, que determinaban los vecinos.Tras participar en una formación en negocios, María se dio cuenta de la importancia de ofrecer un buen trato a sus clientes y mejoró su relación con las personas que decidían comprar sus productos. Al acabar la formación, la organización subvencionó a María con 100 dólares americanos para que pudiese mejorar algunos aspectos de su negocio. A raíz de recibir las nociones sobre negocios y la ayuda económica, la vida de María ha dado un giro radical. Ella siente que su negocio va mejorando cada día y que ha aprendido los conocimientos básicos sobre un negocio que le están permitiendo vender más productos y ganar más dinero. Sus hijas han podido ser escolarizadas en una escuela del condado gracias a los ahorros que María ha podido conseguir con su negocio.
Poco a poco, María va ganando nuevos clientes y gracias a eso sigue ahorrando cada semana una parte de sus ganancias. Esto le ha permitido alimentar mejor a sus niñas y mejorar la situación de su hogar.
"Mis hijas sólo pasaban horas jugando en la comunidad. Ahora, las tres van a la escuela y, sin darnos cuenta, nuestras vidas han cambiado por completo", relata María.
Puedes saber más sobre sus proyectos en la página web de Street Child España o en sus redes sociales.