Los niños no tienen necesidad de disimular. Si un niño está contento, ríe; si está triste, llora; si está enfadado, se enfurruña. Si le gustas, te lo hará notar; si no le gustas, también. Los niños son como son todo el tiempo. No se sienten en deuda con nadie. Tal como piensan, así actúan. ¿Cuándo hemos dejado de ser niños?
A los niños les gusta jugar. Juegan en casa, en la calle, en el parque, en el patio del colegio. Si están comiendo, juegan con los spaghetti o las patatas fritas. Si están en clase, se lanzan bolas de papel unos a otros. Si pasean por la calle, la acera se convierte en un río o un puente o un pasadizo secreto. ¿Cuándo hemos dejado de ser niños?
Los niños son capaces de construir las imágenes más potentes, las metáforas más poéticas. Una niña puede decir que la nada es transparente, o que llueve tanto que van a nacer flores en la ventana, o que le gustaría ser un árbol con números y letras en las ramas y tronco de chocolate. ¿Cuándo hemos dejado de ser niños?
¿Cuándo hemos dejado de ser niños? ¿Qué hemos de hacer para volver a ser niños?