Acabar con el hambre está al alcance de todos. En esta infografía se puede ver, de forma muy clara, el caso de CODESPA en Angola.
En el mundo hay 795 millones de personas que sufren hambre crónica. Esto se traduce en problemas para estudiar, aprender y progresar, riesgos en el embarazo y dificultades, en definitiva, para llevar una vida sana. Una mala nutrición durante los dos primeros años de vida provoca graves deficiencias en el crecimiento.
795 millones es el 11% de la población mundial. En el África Subsahariana este porcentaje se dispara, llegando hasta casi el 25% de la población sufriendo hambre.
Angola, un país situado en el sur de África, tiene el mayor porcentaje de población en situación de inseguridad alimentaria de la media de África Subsahariana. 27 años de guerra, la guerra más larga de África, han afectado a su sistema económico profundamente. Se destruyeron sus infraestructuras y se arrasaron sus conocimientos. Un país que antes era el tercer productor de café del mundo cambió totalmente a causa de la guerra.
En Angola los datos son desalentadores. Más de la mitad de la población vive con 1,25 dólares al día. A pesar de que el 60% de la población vive en zonas rurales, sólo el 6,8% del PIB proviene de la agricultura. Luanda, su capital, se ha convertido a causa de la inflación en una de las ciudades más caras del mundo. Bajo este contexto, en 2010 CODESPA comienza a trabajar en Angola. Trabaja para devolver a los angoleños su seguridad y soberanía alimentaria. Crea escuelas de campo para enseñar a los campesinos los conocimientos que la guerra les robó, ayuda a aumentar sus cosechas para que los agricultores sean capaces de autoabastecerse y comercializar con los excedentes.
Tras diversos estudios, CODESPA introduce un sistema de almacenaje de bajo coste para que no se estropee el grano que se cultiva y se puedan vender los excedentes creando un comercio competitivo a través de cooperativas.
Además, CODESPA apoya y asesora en la legalización de la tierra; contribuye a la lucha contra el hambre, poniendo en sus manos las herramientas y conocimientos necesarios para que ellos mismos sean los protagonistas del desarrollo.
Se dice que existe seguridad alimentaria cuando se tiene acceso de forma sostenible a alimentos sanos y nutritivos. Angola quedó lejos de eso, pero gracias al trabajo de organizaciones como CODESPA, a empresas como Natura, y a cientos de personas anónimas que realizan donaciones, está más cerca de alcanzarlo.