Hay historias que nos motivan a hacer lo que nos apasiona, sin importar nada. Historias que te llevan a perseguir tus sueños, tengas la edad que tengas.
Hoy queremos compartir con vosotros la historia de Nancy Meherne, una mujer nacida en 1929 en Wellington (Nueva Zelanda) que, pese a su edad, nunca dejó de hacer lo que le entusiasmaba: el surf.
Meherne vivió una vida muy tranquila junto al mar, con su familia. Una de sus grandes pasiones fue el surf. Y de hecho, surfeó hasta los 93 años. Su lema de vida siempre fue "vivir por y para el mar".
Meherne era una conocida profesora de música en la escuela de Sumner, donde daba clases de armónica y xilófono, hasta los años 90, cuando se jubiló. Pero todavía era más conocida en la playa de Sumner, donde surfeaba siempre que podía. Aprovechaba cualquier oportunidad para coger su bicicleta e ir a la playa a surfear con su tabla, que compró en los años 70 y que la acompañó hasta su última ola.
Siempre fue una mujer muy aventurera. Con sólo 20 años, dejó su país para estudiar y trabajar en Inglaterra, donde aprovechaba los fines de semana para explorar el país, haciendo autostop, durmiendo en andenes de trenes y alojándose en albergues para jóvenes. Su espíritu la llevó a recorrerse países como India, Afganistán, Siria y Pakistán. Pero volvió a su Nueva Zelanda, donde formó una familia con su marido, Doug.
La primera vez que Meherne vio el océano se quedó alucinada. No comenzó a surfear hasta los 40, cuando le pidió a su hijo que le dejara su hijo. En una entrevista a The Guardian, Nancy confesó que nunca aprendió a ponerse de pie, pero que le encantaba subirse a la tabla y viajar por las olas.
Nancy Meherne murió en julio de 2022, rodeada de su familia. En su ciudad, siempre será recordada como "la leyenda de Sumner".
Hoy queremos compartir con vosotros la historia de Nancy Meherne, una mujer nacida en 1929 en Wellington (Nueva Zelanda) que, pese a su edad, nunca dejó de hacer lo que le entusiasmaba: el surf.
Meherne vivió una vida muy tranquila junto al mar, con su familia. Una de sus grandes pasiones fue el surf. Y de hecho, surfeó hasta los 93 años. Su lema de vida siempre fue "vivir por y para el mar".
Meherne era una conocida profesora de música en la escuela de Sumner, donde daba clases de armónica y xilófono, hasta los años 90, cuando se jubiló. Pero todavía era más conocida en la playa de Sumner, donde surfeaba siempre que podía. Aprovechaba cualquier oportunidad para coger su bicicleta e ir a la playa a surfear con su tabla, que compró en los años 70 y que la acompañó hasta su última ola.
Siempre fue una mujer muy aventurera. Con sólo 20 años, dejó su país para estudiar y trabajar en Inglaterra, donde aprovechaba los fines de semana para explorar el país, haciendo autostop, durmiendo en andenes de trenes y alojándose en albergues para jóvenes. Su espíritu la llevó a recorrerse países como India, Afganistán, Siria y Pakistán. Pero volvió a su Nueva Zelanda, donde formó una familia con su marido, Doug.
La primera vez que Meherne vio el océano se quedó alucinada. No comenzó a surfear hasta los 40, cuando le pidió a su hijo que le dejara su hijo. En una entrevista a The Guardian, Nancy confesó que nunca aprendió a ponerse de pie, pero que le encantaba subirse a la tabla y viajar por las olas.
Nancy Meherne murió en julio de 2022, rodeada de su familia. En su ciudad, siempre será recordada como "la leyenda de Sumner".