Al encontrarse con alguien por primera vez, o tal vez sólo la visualización de un retrato, el cerebro configura en pocos segundos una primera impresión. Nos guste o no, las suposiciones rápidas se realizan en función de la edad, el género, la raza, la cultura, la apariencia física, el contexto. Todo ello ayuda a formar una percepción de lo que somos. Desde 1999, el fotógrafo checo Dita Pepe ha explorado esta idea de la identidad en su serie fotográfica titulada “Autorretratos”.
Si os fijáis bien, hay uno de los personajes que sale en cada una de las fotografías mimetizándose con el entorno. Dita Pepe se cuela en la vida de los personajes hasta el punto de ser una más del entorno o situación que retrata.
La misma persona se convierte en otras totalmente diferentes si se peina de una forma, si viste de otra e incluso si se ubica en un contexto u otro. Un trabajo original y con una carga conceptual muy profunda. Tenéis un reto, a ver si sois capaces de detectarla en cada una de las fotografías.