Para guardar la leña.
Almacena la leña junto a tu chimenea en un cesto de fibra que resista el peso, como este.
Para tus plantas.
Emplea tu cesto a modo de maceta, siempre introduciendo un recipiente en el interior para que el agua no lo estropee. Prueba con este modelo de rayas.
Tus mantas siempre a mano.
Un cesto en el salón o en un dormitorio es un gran recurso para guardar plaids, cojines o revistas.
Despensa ordenada.
Cestas de tamaño perfecto para las estanterías de tu despensa. Además, al estar ventiladas permite una mayor ventilación de los alimentos.
En el baño.
Equipa con cestas la zona inferior del lavabo o, si tienes un mueble, con cestos pequeños para usarlos como cajones.
Comedor y cocina.
Cestos para el pan o para las servilletas, la manera más natural y estilosa de presentarlos en la mesa.
En nuestra página web y en nuestras tiendas encontrarás una selección de cestos de todos los tamaños, con asas, naturales o con toques de color, etc. Síguenos en la cuenta @naturacasa para más ideas de decoración.