Aprender de la luna y sus fases

Aprender de la luna y sus fases
Aprender de la luna y sus fases
Aprender de la luna y sus fases
Aprender de la luna y sus fases
La Luna ha sido, desde siempre, un elemento que ha fascinado a todas las culturas. Lo que muchos no conocen es que se considera un espejo del ciclo natural de la vida. Cada una de las fases de la luna son un reflejo simbólico del desarrollo personal, emocional, mental y espiritual que llevamos a cabo las personas en nuestra etapa de evolución interna.
 
La asociación de las fases de la Luna con los ciclos personales es un pensamiento que ha formado parte de muchas culturas. A lo largo de la historia, la humanidad ha mirado al cielo en busca de significados. Y la Luna, con sus cambios, se convirtió en un poderoso símbolo de transformación y evolución. 
 
Por eso, hoy queremos contarte la interpretación de cada una de las fases de la Luna en términos de evolución personal. Porque los distintos cambios que experimenta la luna son una metáfora del proceso cíclico de crecimiento que atravesamos en nuestra vida. 
 
Luna Nueva
Se conoce como la fase de la introspección y el renacimiento. En esta fase, la Luna está en conjunción con el Sol, lo que significa que su luz no es visible desde la Tierra. 
 
Es el principio de un nuevo ciclo, tanto a nivel espiritual como emocional. Se considera el momento de dejar atrás todo aquello que no queremos en nuestras vidas para dar paso a nuevas oportunidades.
 
Cuarto Creciente
A medida que la luz de la Luna empieza a aumentar, también lo hace nuestra energía y motivación. Por eso, la Luna Creciente se considera ese momento en el que todas las intenciones que se empezaron a plantear en la Luna Nueva comienzan a ser una realidad. 
 
Simboliza la fase del crecimiento, de aprendizaje. Las personas empiezan a trabajar en esos objetivos gradualmente, empiezan a tomar acción y entran en el camino del autodescubrimiento. 

Luna Llena
La Luna Llena simboliza la fase brillante, la fase de plenitud. Representa la culminación del ciclo de crecimiento personal, entrando en el momento de mayor claridad e iluminación.
 
Se relaciona con la llegada a la culminación de nuestro crecimiento interno. En otras palabras, es el momento en el que culmina todos los esfuerzos y se llega a la mayor conexión con uno mismo. De hecho, en las tradiciones espirituales, se considera el mejor tiempo para la meditación y la sanación. 

Es la fase en la que se celebra la abundancia y la claridad en todos los aspectos de la vida. 
Cuarto Menguante
'Quien algo quiere, algo le cuesta' definiría muy bien esta etapa. La Luna se encuentra en mitad de su camino hacia la iluminación total, y simboliza el momento en el que aparecen los obstáculos en el proceso de evolución personal. El crecimiento implica esfuerzo y superación de los problemas que puedan surgir durante esta etapa. 
 
Lo cierto es que podemos aprender mucho de la luna dándole a cada una de sus fases su significado, que te acompañarán a que una nueva versión de ti aparezca. Las fases cíclicas y cambiantes de la Luna nos ayudan a entender nuestro crecimiento interno.