Sudha Kheterpal ha sido un percusionista profesional durante 20 años. Ella, mejor que nadie, es consciente de la cantidad de energía que se destina en cada golpe al percutir contra una caja, bombo, tambor, etc. Un buen día pensó en la cantidad de energía que se había evaporado durante tantos años de profesión, pero encontró una solución sorprendente para no dejarla escapar más.
Con ayuda de un equipo de ingenieros creó Spark, un dispositivo que suena como una maraca y al mismo tiempo es capaz de transformar el movimiento en energía. Tiene tres sensores, dos en el exterior. El tercero está en el centro y tiene un imán que se desliza hacia arriba y hacia abajo a través de una bonina de alambre de cobre que carga una batería. Lo mejor de todo es que si tocas durante dos minutos es suficiente para abastecer una luz de LED durante una hora.
Spark tiene muchas lecturas positivas. Es divertido, porque se puede jugar con él y crear música. Es productivo, porque mientras lo utilizas generas energía. Es educativo, porque a través de él se pueden explicar se puede explicar cómo funciona la energía cinética y concienciar a la población sobre la necesidad del ahorro energético.
Kheterpal espera recaudar dinero suficiente para terminar el prototipo a través de la plataforma kickstarter. Su objetico es fabricar el producto y empezar a distribuirlo en Kenya. Quién sabe, puede que en unos años una orquestra pueda abastecer de electricidad a un pueblo. Sin duda, la música tiene un poder increíble, aprovechémoslo.
Si quieres hacer una aportación a su proyecto haz clic https://www.kickstarter.com/projects/726552172/shakeyourpower
Con ayuda de un equipo de ingenieros creó Spark, un dispositivo que suena como una maraca y al mismo tiempo es capaz de transformar el movimiento en energía. Tiene tres sensores, dos en el exterior. El tercero está en el centro y tiene un imán que se desliza hacia arriba y hacia abajo a través de una bonina de alambre de cobre que carga una batería. Lo mejor de todo es que si tocas durante dos minutos es suficiente para abastecer una luz de LED durante una hora.
Spark tiene muchas lecturas positivas. Es divertido, porque se puede jugar con él y crear música. Es productivo, porque mientras lo utilizas generas energía. Es educativo, porque a través de él se pueden explicar se puede explicar cómo funciona la energía cinética y concienciar a la población sobre la necesidad del ahorro energético.
Kheterpal espera recaudar dinero suficiente para terminar el prototipo a través de la plataforma kickstarter. Su objetico es fabricar el producto y empezar a distribuirlo en Kenya. Quién sabe, puede que en unos años una orquestra pueda abastecer de electricidad a un pueblo. Sin duda, la música tiene un poder increíble, aprovechémoslo.
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