Dale al like, dale al like

Dale al like, dale al like
Dale al like, dale al like
Dale al like, dale al like
Dale al like, dale al like
Que al ser humano le guste gustar no es nada nuevo. Quizá el narcisismo del “like” es una visión contemporánea de esta costumbre tan humana como es la vanidad. Las redes sociales están llenas de información y un “me gusta” o compartir es la traducción virtual de una palmadita en la espalda, de un respaldo emocional, de un guiño. El mural “Like a Vision” del artista Thoms representa a un hombre obsesionado con la retroalimentación de Facebook y el “me gusta”, una ilustración que ha generado bastante controversia en internet porque al mismo tiempo que ironiza con ello ha conseguido miles de “me gusta”. Una contradicción, una preciosa y bonita contradicción. LIKE A VISION from Diego della Posta on Vimeo. Lo que empezó por una practica revolucionaria como poder publicar nuestras fotografías, trabajos, opiniones, etc., desde un ordenador y poco más tarde desde nuestro propio móvil, se ha convertido en algo común y un hábito exponencial. Es innegable que, hoy en día, marcas, personas y entidades luchan y rivalizan por conseguir cuantos más “likes” posibles mejor. Pero la pregunta no es si eso es bueno o no, sino que la cuestión es saber cuántos de esos “likes” son reales. Hay muchos que son simplemente impulsivos, otros que están incluso están comprados y, por otro lado, algunos que realmente han leído un artículo, visto la fotografía o ilustración y están encantados con ello. Es evidente que no todos los “likes” tienen el mismo nivel cualitativo, no todos expresan lo mismo. Por eso, esta mañana viendo este cartel pensábamos que es muy posible que, en muy poco tiempo, hayan diferentes tipos de “likes”. Puede que tengan colores diferentes, posiciones de mano distintas, pero el caso es que sería una buena idea para diferenciar si un contenido gusta mucho, un poco o muy poco, sino también porque en plena era digital donde el exceso de información empieza hacerse cada vez más patente, podría ser una buen forma de discernir y clasificar la calidad de todo lo que circula por la red. Este y otro tipo de reflexiones son posible gracias a las ilustraciones de Thoms, podéis verlas aquí http://www.thoms.it Eso sí, decidid vosotros qué tipo de “like” le daríais al bueno de Thoms.