Hay momentos en los que hablar no es una opción, sino un deber. Exigir el finde la masacre en Gaza no es política, es humanidad. Es actuar para que la historia no se repita. Podemos mirar hacia otro lado. Es más fácil, menos incómodo. Pero sentimos la responsabilidad de dar visibilidad y no callar. Alzamos la voz por la paz y por los que se movilizan, luchan y trabajan por poner fin a la barbarie. No nos olvidamos de Ucrania, Sudán, Yemen, Siria, Burkina Faso y de tantas otras guerras que arrebatan vidas cada día. Más allá de fronteras, religiones o políticas, defendemos un principio simple y universal: la humanidad.